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En revolución, la transformación de un país tiene sus prioridades, pues se requiere del apoyo espiritual y moral de los pueblos, por eso, la enseñanza y la educación constituyen ese pilar fundamental para el avance del proceso revolucionario.
Don Simón Rodríguez, Bolívar y el Che, hombres que hicieron la revolución, coinciden, cada uno en su tiempo, en la necesidad de crear el nuevo ser social para el bien común, el hombre y la mujer nuevos, a través de la enseñanza de la educación, para así, poder tener República y una nueva sociedad decía Rodríguez, para poder tener un Estado socialista decía el Che, Simón Rodríguez planteaba en uno de sus escritos “Si el tiempo se pierde en hacer torres de viento, y en echar leyes como coplas de repente, lo emplearan en hacer con los hijos de los monarquistas, hombres para la República, en el corto tiempo de 10 años, tendrían un pueblo republicano… Esto es… Un pueblo que sabría lo que es la cosa pública, un pueblo que entendería su Gobierno”. Otra frase decía; “las costumbres que forma una educación social, producen una autoridad pública, no una autoridad personal”.
Como vemos Simón Rodríguez hacía mucho énfasis en la educación social, ya que es la única forma de crear un nuevo ser con conciencia moral, factor fundamental que conforma la fuerza de la autoridad republicana, pues de esta manera la nueva ética, los nuevos valores republicanos estarían conformando la ideología de la nueva República.
Simón Bolívar el 11 de diciembre de 1825, en uno de sus decretos señalaba: “Que la salud de una República depende de la moral, que con la educación adquieren los ciudadanos en su infancia”. Además señalaba que “Moral y luces son nuestras primeras necesidades; moral y luces son los polos de una República”.
Con estos planteamientos hacía destacar Bolívar en la educación el factor fundamental para transformar al pueblo y tener así la nueva sociedad impregnada del conocimiento, de moral, y junto a las nuevas leyes inexorables poder sostener la naciente República.
El Che planteaba la creación del hombre nuevo, que tuviera una gran riqueza interior, que tuviese conciencia de su deber social; además del estímulo material que se le debe dar al ciudadano y ciudadana, deberíamos darle el estímulo moral, el cual era mucho más importante para afianzar la nueva ética socialista y por ende su conciencia social.
Señalaba también; “El hombre en el socialismo es mas completo… pero que su participación había que acentuarla… y ligarla a la idea de la necesidad de la educación técnica e ideológica, de manera que sienta como estos procesos son estrechamente interdependientes y sus avances paralelos. Así logrará la total conciencia de su ser social… A su realización plena como criatura humana”.
El Che también consideraba que; “el impulso de una educación directa prendería las masas, para convertirlas en hábito, y va haciendo suya la educación y presionando a quien no sea educado”. En estos planteamientos en definitiva el Che consideraba que es a través de la educación donde podemos cambiar a la sociedad, creando los nuevos valores sociales y por ende los nuevos seres sociales.
Por eso el comandante presidente Hugo Chávez, con su visión del pensamiento robinsoniano, bolivariano y guevarista, lo resume en dos expresiones; “Toda la patria una escuela”, “El pueblo debe apropiarse del conocimiento”.
Esta línea que se nos da no es otra cosa sino la necesidad de crear un nuevo currículo educativo que abarque no sólo las escuelas, las universidades, las misiones, sino también los conucos, las fincas, los talleres, los barrios, las fábricas, para emprender una nueva cruzada donde se imparta el conocimiento y se imparta la educación social, para crear en el pueblo la conciencia social, la conciencia moral, soportes de la nueva patria. Ese es nuestro reto.
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